7 hábitos para una vida saludable
Estas son las principales recomendaciones de la OMS para el buen funcionamiento del organismo y para evitar enfermedades a lo largo de la vida.
1. Elegir qué alimentos consumir
La OPS indica aumentar el consumo de frutas y verduras a, por lo menos, cinco raciones diarias (400 gramos). También incluye legumbres (como lentejas y frijoles), nueces y granos integrales (como maíz, avena, trigo y arroz integral).
Además, también es importante reducir el consumo de azúcares y grasas, especialmente grasas saturadas y trans, como las presentes en alimentos horneados y fritos, snacks y alimentos preenvasados, como pizzas congeladas, tartas y galletas.
2. Hacer actividad física periódicamente
La actividad física regular es clave para prevenir y controlar las enfermedades cardíacas, la diabetes tipo 2 y el cáncer, así como para reducir los síntomas de depresión y ansiedad, el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y la salud cerebral.
La OMS recomienda al menos 150 a 300 minutos de actividad aeróbica moderada a vigorosa por semana para todos los adultos y un promedio de 60 minutos por día para niños y adolescentes.
3. Evitar o dejar de fumar
Muchos de los beneficios para la salud de dejar de fumar son inmediatos, según la OPS. En 20 minutos, la frecuencia cardíaca y la presión arterial bajan, y en 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre vuelve a la normalidad.
4. Evitar o reducir el consumo de bebidas alcohólicas
La OMS indica que el abuso del alcohol es un factor de salud importante, siendo un factor causal en más de 200 enfermedades y lesiones. En todo el mundo, 3 millones de muertes al año son el resultado del uso nocivo de esta sustancia.
5. Control del peso
La organización indica que la obesidad afecta a la mayoría de los sistemas del cuerpo: el corazón, el hígado, los riñones, las articulaciones y el sistema reproductivo. Esto conduce a una serie de enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y diversas formas de cáncer, así como a problemas de salud mental.
Una buena alimentación, que evite los alimentos ricos en grasas y azúcares, junto con la actividad física regular es la recomendación de la OMS para prevenir la obesidad.
6. Sueño regular y de calidad
Una noche de sueño de calidad es capaz de reducir el estrés y el riesgo de problemas como diabetes, hipertensión e incluso infartos. Según la organización internacional, cuatro de cada diez personas en el mundo no duermen bien.
El sueño es fundamental para que el cuerpo cumpla con diferentes tareas, como la regulación hormonal, la restauración del sistema inmunológico y la preservación de las neuronas. Para los niños y adolescentes, la OMS advierte que dormir poco se asocia con sobrepeso y obesidad, así como con problemas de salud mental.
7. Cuidar la salud mental
Entre los trastornos mentales, la depresión ocupa una posición de liderazgo, seguida de la ansiedad. Como la salud del cuerpo y la mente están vinculadas, la OMS indica que hábitos como la práctica de actividad física, evitar el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco, y una buena alimentación son algunas de las precauciones para tener una buena salud mental.
Recordemos que los buenos hábitos de salud pueden permitir evitar una enfermedad y mejorar la calidad de vida.
Sérum facial para la salud de tu rostro
El sérum facial comenzó a comercializarse como un producto antiedad. Sin embargo, ha terminado convirtiéndose en un imprescindible en nuestra rutina de belleza gracias a su eficacia.
Los serum faciales son bases concentradas que actúan de forma rápida, permiten una reparación más profunda de la piel y son de absorción inmediata. En la piel suelen emplearse para rejuvenecerla y eliminar las arrugas.
Su textura ultraligera y fundente facilita mucho la absorción. Una gota de producto es suficiente para todo el rostro, cuello y escote. No por utilizar mayor cantidad de producto, los resultados serán mejores. De hecho, es justamente, al contrario. Un exceso de producto puede saturar la piel, dificultando la absorción y eficacia del sérum.
Para aprovechar al máximo sus beneficios, se recomienda aplicar el sérum con la piel totalmente limpia y antes del resto de productos de cuidado fácil. De lo contrario, estos formarían una capa que dificultaría la absorción por parte de la piel.
Lo ideal es aplicarlo dos veces al día, por la mañana y por la noche. Salvo que en las instrucciones del producto se indique lo contrario. Por ejemplo, hay sérums con una fórmula específica para su aplicación y eficacia nocturna. Estos suelen contener un complejo antiedad llamado retinol. Está especialmente especialmente diseñado para impulsar la reparación celular de la piel mientras dormimos. Una de sus características principales es la fotosensibilidad. Por lo que, si lo utilizamos por el día, debemos aplicar después una crema con factor de protección solar 50.
En cuanto al método de aplicación, aplica el sérum con las yemas de los dedos y realiza movimientos circulares del interior del rostro hacia el fuera. Puedes aplicarlo sólo o combinarlo con el uso posterior de una crema hidratante. Esto dependerá de las necesidades específicas de cada tipo piel. Si, por ejemplo, tu piel es seca, lo más normal es que necesites una crema hidratante para complementar la hidratación. Pero, si tienes una piel grasa, el sérum puede ser suficiente.
El sérum se puede utilizar en todo tipo de pieles, tanto grasas como secas.
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