A nadie le gusta estar enfermo ni débil, por lo que siempre debemos tratar de fortalecer nuestro sistema inmunitario para evitar distintas enfermedades y mantener fuera del cuerpo a microorganismos como las bacterias, hongos, parásitos y virus para disfrutar de una salud óptima. Si bien la alimentación es determinante para lograr un sistema inmunológico fortalecido, hay otras situaciones que lo afectan como el estrés y la ansiedad. Por tal motivo, a continuación les estaré hablando de algunos consejos para reforzarlo.
Nuestro sistema inmunológico está compuesto por una red de células, tejidos y órganos, entre ellos varios tipos de glóbulos blancos. Juntos ayudan al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades. A los órganos que forman parte del sistema inmunológico se les llama órganos linfoides. Este ejército de células del sistema inmune ejecuta una de las más impresionantes estrategias biológicas de naturaleza defensiva, al jugar un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra salud.
Sin embargo, muchos factores de nuestro estilo de vida contribuyen al desbalance inmunológico, tales como el estrés, la falta de descanso, una alimentación poco saludable, el consumo excesivo de azúcares, la falta de ejercicio físico, el tabaco y el consumo de alcohol. Pero, ¿Cómo puedo saber si mis defensas están débiles?
Estos son algunos síntomas de que nuestro sistema inmune no se encuentra del todo bien:
Infecciones y resfríos recurrentes.
Alergias.
Enfermedades simples, que duran más de lo normal, demoran en curarse o empeoran.
Fiebre frecuente.
Ojos secos.
Cansancio habitual.
Náuseas y vómitos.
Diarreas.
Manchas en la piel.
Caída del cabello.
Y en este caso, ¿Qué puedo hacer para reforzar mi sistema inmunitario y mantenerme saludable?
Sigue una dieta variada y equilibrada, basada en alimentos frescos y ricos en vitaminas A, B, C y E y minerales.
Ingiere la cantidad diaria suficiente de agua para mantenerte correctamente hidratado.
Recurre a los baños de temperatura alterna (fría, caliente) que estimulan la circulación sanguínea y linfática y fortalecen el organismo.
Duerme el suficiente número de horas para favorecer el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensas.
Realiza de forma regular actividad física de intensidad moderada.
Aprende a llevar un ritmo de vida más relajado y a evitar el estrés.
Lávate las manos de forma adecuada y frecuente.
Con estos consejos mantendremos nuestro sistema inmunológico fuerte. Recuerda que siempre es importante tener una visión integral de la salud, esto nos ayudará a ser más conscientes de la importancia que tienen muchos factores que influyen en nuestra vida y desarrollo, en los cuales podemos trabajar diariamente para vivir plenamente.
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